Creo
que no soy todavía consciente de lo supone esto. Que mi pilar fundamental en
esta vida se vaya marchando y dejando atrás todo aquello que nos implica el uno
con el otro.
Es
doloroso, sí. Pero sé que también es necesario para que encuentre su camino,
para que sea capaz de volar como el águila o de correr como aquel lobo que
siempre quiso ser, y que sin saberlo, ya era.
Ahora
solo puedo recordar cada momento bueno que pasamos ya que el tiempo me difuminó
los malos... Dejándome con un buen sabor de vida, de aquella que viví contigo.
Gracias...
Por el tiempo, por la paciencia, por el amor. Por todo y por nada. Por haber
sido y haber estado siempre.
Sin
más,
tu
Mar.
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