lunes, 29 de septiembre de 2014

29.

Por esos días en los que estás triste pero sabes que no hay ningún motivo. Solo que la lluvia, es fresco, el gris de los días, la gente; ese conjunto de cosas que te sumergen en un estado de tristeza que ni tú misma sabes explicar. Días en los que incluso las sonrisas con más amor que puedas regalar llevan implícito algo de tu tristeza pero que nadie percibe. Días en los que una pequeña parte de ti te está gritando que saques fuera todo lo que guardas pero siempre aparece esa otra parte que dice no (suele ser la que gana). Y es que... aunque intentáramos explicarnos no sabríamos ni cómo ni por dónde empezar, porque ni siquiera nosotros sabemos comos nos sentimos en realidad o por qué nos sentimos así. 
Son días en los que no te apetece estar contigo misma, porque no te soportas, porque odias tu negatividad, tu pesimismo, odias todo de ti -pero solo durante esos días, los demás te sueles soportar-. 
Así que, ¿qué hacemos esos días que no queremos saber de nuestro mundo pero no sabemos como expresarlo? Nada. Así de simple y así de crudo. Solo dejar que ese día pase y soñar con que el siguiente será un poco mejor. 


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